¿Cuáles son los beneficios de custodiar la biodiversidad en nuestras ciudades?
Promueve valores culturales y de sostenibilidad
- Se generan y mejoran espacios verdes para favorecer los procesos naturales que hemos ido eliminando en nuestras ciudades.
- Se establecen vínculos con el mundo rural y la naturaleza.
- Se tiene en cuenta la diversidad cultural para fomentar y aplicar nuevas modalidades de consumo y producción que contribuyen al uso sostenible de los recursos.
- La reutilización de un espacio ofrece la oportunidad de generar una nueva identidad más adaptada a las nuevas demandas sociales y medioambientales.
Fortalece los procesos democráticos
- Contribuye a repensar la ciudad y la búsqueda de soluciones a través del diálogo y la diversidad, fomenta la cultura democrática y motiva a la toma de decisiones que impulsen proyectos inclusivos e innovadores.
- Se aprende a participar y a pensar en el bien común.
- Se consiguen logros individuales y colectivos. Despierta y fomenta nuestra capacidad de actuación, frente a conductas generalmente pasivas ante las problemáticas o retos de la ciudad, en las que nos podemos sentir como meros sujetos votantes o consumistas.
Incrementa la resiliencia de la ciudadanía
- El esfuerzo colectivo para la generación de entornos cuidados y embellecidos que mejoren la calidad de vida de las personas, refuerza el sentimiento de pertenencia, la cohesión social y las estructuras de gobernanza.
- También nos empodera, ya que muestra la capacidad que tenemos de cambiar nuestro entorno a mejor.
- Aumentan y mejoran las relaciones entre las personas de una comunidad y de su entorno, poniendo de manifiesto y consolidando los valores que la integran: la inclusión, el apoyo mutuo, los afectos, los cuidados, etc.
Favorece la sostenibilidad económica
- Reduce la dependencia de las administraciones locales para el mantenimiento y gestión de espacios públicos y bienes urbanos, lo que supone un ahorro que se revierte a la ciudad en forma de servicios ambientales y culturales de interés general.
- Puede contribuir a acercar y promover modelos alternativos de consumo: energías renovables, movilidad equitativa y sostenible –ir en bicicleta o usar el transporte público–, consumo de productos de proximidad, uso comunitario de los bienes y servicios, prácticas de responsabilidad social corporativa para las empresas (RSC), la regla de las tres R (Reducir, Reciclar y Reutilizar), etc.
Ayuda a cuidar y mejorar nuestra salud
- Contar con espacios verdes –parques urbanos, jardines, calles arboladas o bosques– y azules –fuentes, ríos, etc.– en nuestras ciudades genera hábitos saludables que influyen en el bienestar de quienes las habitan, como hacer deporte al aire libre, pasear, jugar, etc. También ayudan a reducir los efectos de la contaminación del aire, el ruido y el calor.
- Los espacios naturales tienen también efectos en el comportamiento de las personas: ayuda a reducir los sentimientos negativos como la frustración, el mal humor, la tristeza, la depresión, etc. Reduce el estrés, promueven la autodisciplina y la autoestima, el sentimiento de ser independiente, mejora la percepción de uno mismo y reducen los comportamientos agresivos, aumenta la concentración y la habilidad para desarrollar tareas. Además, ayuda a dormir mejor.
- Implicarse en iniciativas sociales de forma asertiva es también una herramienta que permite favorece nuestra salud y bienestar, ya que interactuar con otras personas es la mejor manera de desarrollar plenamente el funcionamiento de nuestro cerebro.
- Todo ello contribuye por ende al cuidado de nuestra salud mental y de nuestro desarrollo emocional.